Teoría de las "Inteligencias Múltiples"

Hola Familias:
Quiero compartir con ustedes un tema que es muy interesante para poder comprender el tema del aprendizaje de los chicos.


DISTINTOS MODOS DE PENSAR, DISTINTOS MODOS DE APRENDER

La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner permite comprender mejor
los distintos estilos de aprendizaje, facilitando el acceso al conocimiento.
 ¿Quién es más inteligente, aquél que resuelve complicados problemas
matemáticos o el vendedor que nos convence de comprar sus productos? ¿El niño que
construye una nave espacial con sus “legos” o el que aprende rápidamente una canción?
 ¿Qué es la inteligencia?
Tradicionalmente se la ha considerado como algo estático, objetivo que puede
ser medida a través de pruebas estándar de papel y lápiz cuyo resultado nos da un
número, el famoso “cociente intelectual” que, se supone, puede predecir el éxito o el
fracaso de una persona dentro del sistema educativo o del ámbito laboral. Según este
modelo se es o no se es inteligente.
Howard Gardner, un psicólogo cognitivista de la Universidad de Harvard,
sostiene que todos tenemos múltiples maneras de ser inteligentes. Y no sólo eso, define
a la inteligencia como “un potencial psico-biólogico para procesar información, que
puede ser activado en un entorno cultural, para resolver problemas reales o crear
productos que son valorados en una cultura” (Gardner, 1999). Un potencial que
puede despertarse y desarrollarse con experiencias estimulantes del entorno familiar,
cultural y social, o bloquearse por medio de experiencias que paralizan su desarrollo.
¡Celebremos nuestras diferencias!
La Teoría de las Inteligencias Múltiples

“Desde mi punto de vista, la esencia de la teoría es respetar las abundantes diferencias
que existen entre la gente, las variaciones múltiples en las formas de aprender, los
diferentes métodos de evaluación y el número incalculable de maneras que éstas
pueden dejar una huella en el mundo” Howard Gardner
Según Gardner, todos somos inteligentes de diferentes maneras porque
poseemos las ocho inteligencias funcionando juntas de manera compleja, tenemos
algunas más desarrolladas que otras y las podemos seguir desarrollando a lo largo de la
vida. Además, dentro de cada inteligencia existe una amplia gama de actividades en la
que la misma se manifiesta, por ejemplo, la inteligencia kinestésico-corporal está tan
desarrollada en un cirujano, como en un deportista, un artesano o una bailarina.
Hasta el momento Gardner ha definido ocho inteligencias:
  Inteligencia lingüística: es la capacidad para emplear palabras eficazmente, tanto
en forma oral como escrita.
 Inteligencia lógico-matemática: es la habilidad para calcular, manejar las
abstracciones y la lógica
 Inteligencia espacial: permite pensar en 3 dimensiones y percibir imágenes
internas y externas, recrearlas, transformarlas o modificarlas, recorrer el espacio
o ubicar objetos, producir y decodificar información gráfica
 Inteligencia kinestésico-corporal: permite al individuo manipular objetos con
precisión, incorporar conocimientos o expresarse a través del movimiento
corporal, el tacto y las habilidades físicas.
 Inteligencia musical: es la capacidad para percibir, distinguir, transformar e
interpretar formas musicales y de ser sensible a las melodías, ritmo, armonía y
tono.
 Inteligencia interpersonal: es la capacidad de comprender a los demás e
interactuar eficazmente con ellos.
 Inteligencia intrapersonal: es la capacidad de percibirse a uno mismo y de
utilizar dicho conocimiento para planificar y dirigir la propia vida
 Inteligencia naturalista: es la habilidad para discriminar entre los distintos seres
vivos, observar, identificar, categorizar e interactuar con el mundo natural.
 Una manera sencilla de descubrir las inteligencias predominantes en cada uno de
nosotros es analizar nuestras preferencias y la forma en la que ocupamos nuestro tiempo
libre. En los chicos podemos observarlas es ver la forma en la que se “portan mal” en
clase: el que es muy charlatán será más lingüístico e interpersonal; el que es inquieto,
kinestésico; el que tararea y golpetea, musical; el que se aísla, intrapersonal; el que
garabatea todo o se pierde en sus imaginaciones, espacial; el que nos acosa con sus “por
qués”, lógico-matemático; el que colecciona y clasifica desde autitos hasta dinosaurios,
naturalista. Detrás de cada uno de estos comportamientos, que a veces resultan molestos
para los adultos, se esconde un potencial a desarrollar, tal vez un talento.
Según la perspectiva de las Inteligencias Múltiples, cada uno necesitará realizar distintas
actividades para poder pensar: algunos lo harán con palabras, otros con imágenes, otros
manipulando objetos, otros a través de estructuras lógicas o confrontando sus ideas con
otras personas.
 Y es aquí donde nuestro papel como padres y educadores cobra mayor
importancia.
 Si miramos a nuestros chicos desde una perspectiva tradicional de inteligencia,
que valora las habilidades lógico-matemáticas y lingüísticas por sobre las corporales o
interpersonales, probablemente nos encontremos con muchos chicos a los que
consideramos poco inteligentes porque no “encajan” dentro de este molde, inclusive
podemos decir que algunos tienen problemas de aprendizaje y derivarlos a un
especialista. Einstein en sus días de escuela era considerado un alumno mediocre y, sin
embargo, una vez fuera del sistema educativo, demostró ser mucho más inteligente que
sus compañeros más aplicados.
 Ahora, si en cambio lo hacemos desde la perspectiva de las Inteligencias
Múltiples, podremos aprender a detectar cuáles son las fortalezas de nuestros alumnos y
en base a eso elaborar estrategias variadas que permitan que el camino hacia el
conocimiento resulte más sencillo, accesible y eficaz, convertir nuestras clases en
experiencias cristalizantes que logren despertar las distintas inteligencias, aprovechando
el potencial innato de cada uno para aprehender el mundo y evitar realizar experiencias
paralizantes que las bloqueen.
Cada una de estas inteligencias es una puerta por la cual ingresan los
conocimientos. Cada una de ellas es como una ventana por la que cada uno observa la
misma realidad por medio de códigos diferentes. El hecho de conocerlas y poder
identificarlas nos puede ayudar a entender mejor a  nuestros alumnos y a ofrecerles un
ámbito de desarrollo de sus potencialidades y talentos.

Jaqui